viernes, febrero 11, 2011

Ciencia y tecnología de Alimentos

El comentario se repite, incesante, ante mi respuesta sobre lo que estudio. Dezconozco realmente si la gente cree que la vaca se ordeña y nos da una lata de leche en polvo. Incluso sin ser tan extremista, ¿Cuántas personas consumen leche recién ordeñada en vez de un bonito sachet o tetrapak?
Nacimos, mi generación, con el supermercado como principal canal para obtener alimentos. Algunos más grandes recordarán otros personajes que los proveían. Sin embargo, es claro que hace rato la mayoría de los ser húmanos no se producen su comida. Esto deriva necesariamente en que un grupo realice esta tarea básica para el resto. Proveer la cantidad suficiente, segura, con las características que uno desea es un gran reto del que los consumidores parecieran no tener conciencia.
La ingeniería, la ciencia, la tecnología que logra que unos fideos lleguen desde Italia y uno los recepciones con la misma calidad que en Roma, estimos que no se aprecia. Desde un tiempo ya el ser humano (me refiero al urbano, que subsiste, es claro que todavía hay mucha gente que siguiente conclusión ignora) dejo de preocuparse por el hambre, lo que lleva a buscar nuevas sensaciones a la hora de la ingesta. Igualmente, aclaro que es un desafío lograr brindar una nutrición adecuada a todos. Obtener la producción para que en el mundo no haya hambre. Parte del desafío es minimizar las pérdidas de productos frescos mediante su industrialización. Una tarea equivalente de mantener a los alimentos con la cualidades necesarias para su consumo.
Esto hacemos o debieramos hacer. ¿Qué hace un técnologo en Alimentos? Aplicarle la tecnología a la comida para que llegue aceptable desde el rincón del mundo más impensado hasta su mesa.

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