miércoles, diciembre 24, 2014

Llegan los borrachos del tablón

Hace trescientos cincuenta y pico de días arrancaba el año. Asadito, caipis y se me ocurrió algo diferente. ¿Por qué usar ropa nueva para empezar el año? Hay que recibir los próximos 365 días de gala y que mejor que la banda para eso. Y de repente uno cayó en la cuenta que era el año terminado en 14, el borracho y desatamos la locura. Quién hubiese imaginado que los gritos de ese momento, serían acompañados de tantos otros gritos a lo largo del año. Y llegó el primero, Maidana con llOrión reclamando falta. Y la pollera que no quiso venir a disfrutar del delirio gallinaceo en la costa. Y un par más de verano y olé olé, olé olé olá y los bosteros no nos ganan nunca más. Igual ya sabemos como es, ganamos en los que no valen por nada y después agua. Empezó el torneo y River no fue de lo mejor. Con sólo dos refuerzos, Uribarri y Cavenaghi, no había mucho para ilusionarse, hasta que Ramón, que es Ramón empezó a sacar magia de la galera. Y aunque no trabajaba y era horrible tácticamente, sumabamos de a tres. Y llegó el partido más importante del semestre, ambos técnicos en la cuerda floja, partido trabado como siempre. Lanzini el primero, empate con un brillante tiro libre de Román y cuando los bosteros ya festejaban la igualdad con fuegos artificiales, corrida de Lanzini, (no fue) corner, centro del 10, salto al aire, anticipo llOrión que boxea al aire y la pelota silencia a los 40 mil putos.


Una catapulta a pelear el torneo, contra Gimnasia, que es Gimnasia. Monetti todavía esta tratando de no meterse el corner contra Quilmes. Pero, en esas vueltas de la vida, en un partido muy controlado contra Racing, Rojas, el que es recontra necesario pero no se ven los carteles y el que también es el de los penales que te complican la vida, decide tocar la redonda con la mano pero si hace falta una mano está la de Chichi que atajó el (segundo) penal más importante de los últimos años. Última fecha, Monumental, si ganamos somos campeones y todos los goles que no hicimos en el año, fue un torneo con un River efectivo y mezquino. A los 30 del primer tiempo ya dabamos la vuelta y cuide señora su gallinero, porque esta noche vamos a afanar, una gallina para el puchero porque mañana tenemos que morfar.


Y cuando no habíamos terminado de festejar, otro gol de cabeza, otro gol de Pezzella, otro campeonato (no, otro campeonato no, un supercampeonato pero que no cuenta, aunque te clasifica a la Sudamericana). Todo tiene que ver con todo. En los detalles, ahí se define para que lado cae la moneda.



Y en lo que no es River, si esa otra parte de mi vida, se recibió Jipi


y llegó Bureta


y no recibimos (?) de barman


Y por un mes decidimos que todos eramos argentinos y alentabamos por el la celeste y blanca. No sin antes, haber dejado el sueldo en comprar fichus.


Por fin, después de cuatro años, hay mundial. Y ganó el mejor equipo, unas bestias. El mejor mundial que me tocó vivir, con el mejor partido de los últimos tiempos 7-1. Y bueno, era por abajo Palacio, tenías tiempo Pipita, Messi la puta que te parió.

Me tomé unas merecidas vacaciones en Iguazú (overrated). Y lo importante traje cachaça para las mejores caipis.

 y volvemos a River. Se fue Ramón, vino el Muñe (cero fe, soy sincero). Y vino Chiarini y Piscu. (más cero fe) Y nos preparamos para un torneo de transición, para foguear pibes. Y la muestra fue el bodrio contra Gimnasia, que aunque no merecíamos, ganabamos y nos empatan sobre la hora y todo lo bueno del semestre anterior se iba diluyendo. Pero rápido de reflejos el DT poné al mejor 5 del pais y todo empieza a cambiar. River vuelve a ser River. Y fiesta y delirio, invictos y goleadas y Ganar, Golear y Gustar. GGG, como te extrañabamos. Y la lluvia en el monumental, que no nos dejó mostrarles el mejor fulbo a los bosteros pero Pezzella de 9 (40 segundos tarde pusiste al Chiqui Perez, Vasco) y el de los goles importantes desde lo anímico, más que nada. Pasamos tranquilos a Godoy Cruz y volvemos a la cancha.


Y se corta la luz en paraguay, y otro penal y otro que no entra y los pibes que se tenían que foguear dejan un 3-1 para venir cómodos a Buenos Aires. Porque River tuvo eso, cuando las cosas se complicaban, de repente la pelota entraba. Como contra Estudiantes, que estando contra las cuerdas allá, con un par de jugadas aisladas lo ganamos. Y acá, que cuando se complicaba, dos centros y a esperar a 8oca. Se empieza a sentir el desgaste y regalamos el torneo, perdimos contra el pincha y el despeje fatídico de Ramiro. Y la final contra Racing con los pibes, y a imaginar que toda la suerte del año se iba a terminar en Noviembre. Dos tapas del Gr*f*c* como para no mufarte. Y a pegar a la bostanera, a jugar el clásico con más huevos que fulbo. Y ahora sí, el partido más importante del año, de los últimos años. Y Rojas, hace su segundo penal boludo del año y su arquero lo termina salvando del linchamiento público. Y parapam, parapam. Poneme la del puma, parapam. BAROVERO, BAROVERO, BAROVEEEEEEEEEERO. Y Vangioni le pega al arco como el culo, pero Piscu (que viva el fútbol Pisculichi) la acaricia, le da un mimo a la pelota, pero después la reta y la manda al rincón. Y locura, y delirio y a pensar en Atlético Nacional. Y a sufrir pero Piscu otra vez Piscu, zurdazo y a cobrar. Y ya vas a ver al gallinero vestido de fiesta. Otro córner como contra el Pincha y Mercado, pique y gol. Y porque siempre estuvo presente con goles importantes. Corner, Pezzella, gol, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN.


 Y otra vez el obelisco.

Y después Racing ganó y no pudimos dar otra vuelta. No hay drama, ya era mucho.

Y volvamos a Septiembre. Para cumplir los sueños solo hay que proponerselo (y cumplir dedalines). Siempre quisimos hacer cerveza, hagamos cerveza. Leer, proyectar y comprar. Reunión del tim y dale que va. A Martinez a comprar y a Luis Guillón a gasear y voilá.

La primera IPA, una fiesta! La segunda IPA, azúcar cachiva. Y volvió el Dani para hacer cerveza.


Y bajo presión del Dani y porque si hay un proyecto hay que moverse para hacerlo, de repente le compramos un vestido divino a nuestro hijo.


Y con tormenta, vamos a envasar como la gente.


Futbolísticamente hablando, un año donde erré goles insólitos y por eso estamos peleando no descender pero el arco se abrió en otros momentos. No me sentí muy cómodo, empiezo a notar cierto bajón físico y más sin entrenar por el puto hombro que me jodió desde mitad de año. Año complicado con el Noli, algunas caras nuevas, complicado armar el equipo. Pero llegamos a la última fecha con esperanza. Sierra lo de siempre, nos cuesta la primera etapa y en la segunda sufrimos un bajón que contra equipos mejores que nosotros nos deja afuera. Año con subi y bajas, flojo nivel pero muchos goles.



Buen resumen, año genial. Cumbia, Cerveza y River. Si no entendes lo de cumbia, ponete un Oalta Nave o venite con el burbu y conmigo a ver a la Nueva.



miércoles, diciembre 10, 2014