la vagancia

Hay muchas formas de representar la amistad. Sabes una? Salir a jugar al fulbo a las 3 de la mañana, en la calle, palermo, y disfrutar. Ese contacto, esa caricia. No importaba nada mas que nosotros 5, los de siempre, los de ayer en el campo, en la plaza, en la autopista, en la playa, en todos lados. Los de hoy, los del domingo, los del futuro. Y entendes que no hay lenguaje mas universal que la redonda girando. Todo esto sumado a volver se la lesión con ellos, no importo donde, ni como, solo mirarnos y decir, sale...

5 finales

Un par de zapatillas 700 pesos
Remera dryfit 300 pesos
Medias deportivas 40 pesos

Salir a correr a las 530 de la mañana para dejar a tu equipo donde corresponde, tiene precio, tiene el precio de tener el pecho caliente.

Por este amor

Porque compartimos siempre la misma pasión. La nuestra, feliz dos años y medio. 

Gracias Burro

Antes que nada: Hola adultez. Muchos pierden la infancia cuando descubren que Papa Noel son los padres. Yo la voy a perder mañana. Hace casi un año escribía esto :

"El Enzo es la perfección, un tipo correcto, sin excesos, empresario. Ariel es la magia, el desparpajo, el potrero, lo popular. Con el Enzo te casas, se la presentas a tus viejos, vas al Hilton a la cena de fin de año del laburo. Ariel es tu novia del barrio, tu primer amor, tu amante, la que no podés blanquear por todas sus falencia, pero que al final, cuando termina la semana y es domingo a la noche la vas a buscar, dejas todo, no te importa nada con ella, le aceptas cualquier cosa y solo esperas que te quiebre la cintura, que la mueva, que se hamaque para un lado y salga para el otro, que se la pique a cualquier arquero, lo deje en ridiculo y salga para el corner con esa sonrisa, con esa forma de amar al fútbol, de saber que se divierte como vos con los pibes en la playa. Se acabó mi infancia-adolescencia el día que decidiste colgar los botines adidas. De ese día estoy esperando el día que pueda verte por última vez con la misma banda que nos cruza el pecho, que es tuya, de la que te echaron, de la que nunca te tendrías que haber ido. Por muy poca gente se paga una entrada, por vos la pagamos muchos."


No hay mucho más para agregar. El día es mañana. Simplemente gracias por bailar.

Dijo un poeta:

Boca sos cagon, vos no chamuyes mas.

Nos vamos a ver de nuevo,

Si te la aguantas, veni al monumental

Pero sin patrullero,

como River, caminando va.

 Allá en la boca y no te puede encontrar.

Soy de River y nada más.
Mañana cueste lo que cueste.

El senado

La balanza se mueve sobre un eje, se equilibra en la igualdad de masa. Rara vez sucede. Siempre un plato pesa más que el otro. Lo importante entonces es lo que uno ubique en el de abajo. Divertirse, ser valorado, pensar, desafiarse. La clave es el sistema.

Al millonario una ilusión sólo le pido

Creo que lo conveniente es aclarar que pensaba escribir esto previo al partido del domingo. Espero lograr cierta imparcialidad frente a ese resultado. De hecho creo que simplemente refuerza las ideas que tenía en la cabeza, las sustenta. 
Repasé los últimos post de éste blog. Los últimos que hacen referencia al Club Atlético River Plate. Hace rato que no escibo nada. Me llame a silencio. No me había ocultado en la malas, preferí esconderme en las neutras, en las tibias. La historia, tan vapuleada, dictaba eso. Veamos un poco lo que sucedió desde el ascenso, sufrido ascenso. Raro que no escribí nada, extraño pero consecuente con lo que pensaba. No había mucho por decir, fue la obligación y nada más. Pero lo que lloré ese día, debe ser el día que más lloré en mi vida, junto con la eliminación por penales donde igual se juntaban otros sentimientos. El día de Almirante Brown fue la consumación, nunca dudé de los colores pero ahí se sellaron a sangre, el día que me muera yo quiero mi cajón pintado rojo y blanco como mi corazón. Desde ese momento se me eriza la piel cada vez que siento esa estrofa. Las lagrimas no fueron de alegría, no fueron de tristeza, fueron de alivio, la angustia contenida de un año explotando en un solo grito y un abrazo al manto sagrado, a la banda que nos cruza el alma. 
A partir de ese día se empezaron a suceder hechos similares a los que no llevaron a los infiernos. Ratificar a un técnico incapaz, por ahora, para conducir un equipo consistentemente, alejamiento de los ídolos, un mercado de pases famélico y lleno de dudas, jugadores sin capacidades probadas para cambiar en el vestuario Ángel Labruna. Obviamente, y por suerte, hubo excepciones. Barovero era un refuerzo en serio. Pensar que Almeyda lo mandó una fecha al banco. Mercado otro jugador probado que venía a dar un salto de calidad en una defensa pobre, con varias dudas en el juego aéreo. Por último, Rodrigo Mora que llegó, como ya es costumbre cuando se recurre a artilugios financieros, sobre el arranque del torneo y sin pretemporada. Por suerte, cuando entró en ritmo demostró todo su potencial y esperemos le queden muchos minutos más. 
El torneo fue muy parecido al último en la primera categoría. Equipo irregular, problemas para cerrar los partidos, drásticos cambios de esquemas, nombres y conceptos, falta de identidad futbolística. Un combo perfecto para vagar por la mitad de la tabla. No fuimos superados por ningún equipo, salvo por el Velez campeón, no superamos con claridad a ningún equipo, salvo a Newells y Uoca, por cierto dos empates sobre la hora. 17 fechas en la ignominia. Hasta que Almeyda con buen tino renunció (lo renunciaron). 
Había que buscar un técnico para recuperar la historia, la mística, la magia. Un sólo nombre, no jodamos, DAP lo trajo no tenía más chances, no había otra posibilidad. Bastó una conferencia de prensa para volver a River al lugar de siempre. Muchos acusaban los escuestos números en los antecedentes inmediatos de Ramón como DT. Muchachos el Monumental es otra cosa. Es su casa, sus pasillos, su alegría. De vuelta insisto, dijo 3 palabras y todos sabíamos que estabamos para campeones otra vez. Últimas 2 fechas. Y la cosa fue así de simple: La sensación fue que el Pelado dirigió la primera práctica así: -¿Nombre? -Abecasis. -¿Puesto? Lateral derecho. -Bueno, vas de 4. Vos, ¿nombre? -Lanzini. -¿Puesto? – Enganche. -Bárbaro vas de enganche. Y así con el resto. Luego de un primer tiempo malo, Ramón en el entretiempo seguramente comentó la posibilidad de que se dieran dos o tres pases seguidos, que esa revolucionaría proeza ayudaría tal vez a llevarse los tres puntos. Así fue, luego de muchísimo tiempo River jugó al fútbol, se pasó la pelota y llegó al gol. Muy buena victoria ante San Martín para llegar a unos míticos 29 puntos (?). (robado de http://www.la-redo.net/el-ano-2012-de-river-segunda-parte-107724/).
Arrancamos la pretemporada. Necesidades: Un engache y un volante por afuera. Sumamos a un central por la interminable lista de lesionados en esa posición. Para cubrir este puesto apostó por el regreso del cuestionado Román de actuaciones aceptables pero condenado por una actuación desastrosa en los peores 2 partidos de la historia de River. El murmullo, la condena. Pero de vuelta Ramón es Ramón. Lo llamó a Brasil y de repente descubrimos que teníamos a Cannavaro en el plantel. Y sumamos un concepto más Bottinelli que había tenido un torneo flojo, horrible, de repente era el mejor central de la Argentina de vuelta, bueh creo que exageré pero recuperó el nivel. Línea de 3, doble cinco, enganche, la pelota al piso, mantener esquema y nombres 3 partidos seguidos. La revolución era obvia, Ramón la llevó a cabo. El enganche nunca vino pero parece que Mauro Diaz es el próximo D'Alessandro, otro de los milagros de San Ramón. Trajo a Vangioni para jugar por la banda, primer momento que pecó de haber visto el partido del domingo, y ya parece Roberto Carlos. Ledesma volvió del retiro y avisenle al representante de Cirigliano que le pague a Ramón que lo convierte en el próximo Redondo. Hasta ACVedo se parece un poco a Xavi. De repente no necesitamos refuerzos todos estaban en el plantel. Un par de palabras claves como vamo' pibe' y ya parece que juegan como el River del 2002. Hasta Rogelito ya no cae tanto en orsai. 
Enganchemos con el título de la nota. Siempre cuando termina una pretemporada, más con actuaciones favorables en el verano, nos ilusionamos, creemos que estamos para campeones. Esta vez parece real, no es simplemente un pensamiento termo de hincha, hay cuestiones tangibles que lo expresan: 3 pases seguidos al compañero por ejemplo. Hay que mantener cierta cautela, si, pero bueno por lo menos volvió la sonrisa, una sonrisa riojana.