Otra nota de River, otra nota para iniciar este camino en el debut de un
certamen donde la Fifa se juega bastante ante el crecimiento individual de la
UEFA y la preponderancia de los equipos grandes de ese continente.
Todo lo que viene es una incógnita. Este Mundial de Clubes tendrá la
relevancia del de selecciones o será un one hit wonder si la cuenta bancaria de
la FIFA, lo único que lo mueve al pelado Infantino, como también lo ha sido de
sus antecesores, no termina con saldo positivo. Los equipos europeos, a priori
favoritos, tendrán la preponderancia que se supone o cierto menosprecio del
torneo nos invitará a las sorpresas. La globalización del fútbol habrá logrado
que las conferencias menores achiquen las diferencias históricas de las
conferencias menores o se mantendrá el predominio que aún persiste a nivel
selecciones. De los últimos 12 equipos que jugaron los 7 partidos en mundiales,
11 fueron o de Conmebol o de Europa. Sin embargo, las últimas experiencias en los
mundiales de clubes de diciembre indican que cada vez más le cuesta al equipo
de Sudamérica llegar a la final.
Y luego del contexto general, llegamos a los 2 equipos argentinos. Ambos
conjuntos llegan luego de un semestre irregular al que se podría calificar como
pobre en cuanto a resultados. Por un lado, River no pudiendo hilvanar un racha
positiva ni hacer pesar su “millonario” equipo frente a rivales menores, por el
otro Boca que apostó a Gago y terminó refugiandose en el histórico Miguelo
después de una derrota histórica que lo dejó por segundo año consecutivo sin
Libertadores, sumado a un planteo mediocre en el barrio de Núñez. La
comparación va a estar a la vuelta de la esquina y posiblemente la evaluación
general del torneo se sellará en base a cual de los dos llegó más legos. En
este sentido, River tiene a priori la ventaja por no contar con dos europeos en
el grupo, a partir de haber logrado una mejor posición en el ranking Conmebol
que lo dejó como cabeza de serie. Un detalle no menor cuando el equipo de la
ribera se queja del grupo accesible. No se otorgó en el escritorio, fueron 4
años de regularidad para conseguirlo. Por último, flojo mercado de pases de
ambos sabiendo las falencias en los planteles. Boca aunque sea se movió, es
inaceptable lo de River que con presupuesto no pudo reforzar ninguna posición
para este torneo, salvo la repesca de un central zurdo.
Seguido a este emparejamiento con 2 equipos de conferencias menores,
River pareciera tener la obligación de llegar a Octavos. Siendo no rigurosos,
no pareciera que existan rivales accesibles, los últimos partidos de la banda
contra equipos de oriente fueron sufridos, con una victoria agónica y una
derrota por penales. Si nos ponemos quisquillosos, el 4-0 por el 3er y 4to
puesto en 2018 frente al Kashima Antlers no deja de tener más que el valor de
un amistoso. Por otro lado, pese a la paternidad a nivel selecciones, los
equipos mejicanos siempre fueron oponentes complicados mientras jugaban la copa
Libertadores. En estas 2 primeras fechas se va a definir el horizonte del
millonario.
Japón viene evolucionando futbolísticamente a pasos acelerados. Clasifica
al mundial de selecciones ininterrumpidamente desde Francia 98. Ni hablar del
batacazo 2-1 en Qatar frente a Alemania y España. En base a un equipo que se
defiende replegado y sale a velocidad supersónica de contraataque, Japón viene
dando que hablar a nivel internacional. El Urawa Red Diamonds clasificó después
de ganar la “champions de Asia” en 2022, también fue subcampeón en 2019.
Claramente viene demostrando buenos resultados en el último lustro.
Para más información recomiendo este podcast: https://www.youtube.com/watch?v=s6g1USK_GsU&t=19s&ab_channel=Lateral. River no debe subestimar a este
rival, primero porque siempre le cuesta entrar en calor en las competencias y
segundo porque el peor planteo al que suele enfrentarse es el que van a
plantear los nipones. Gallardo tendrá que afrontar la velocidad oriental con un
mediocampo con más de 3 décadas largas. Será importante entender la rigurosidad
del arbitraje para mostrar las cartulinas amarillas en las faltas tácticas a
las que va a tener que apelar River para contrarrestar la salida del Urawa. Es
clave, no errar pases con el equipo en ataque que te dejen vulnerable atrás, a
su vez, pareciera que no es un partido para tener a los dos laterales
desplegados como extremos al mismo momento. Un poco volver a las bases, si va
uno, el otro se queda. Con esto en mente me pregunto, no tendrá alguna sorpresa
como la línea de 3-5 planteada en la Gran D. 3 centrales, los dos laterales
desplegados, Enzo y Castaño dando balance en el medio, Colidio y Driussi como
mediapuntas y con el despliegue necesario para presionar rápido tras pérdida y
Borja de faro fijando los centrales para que sus compañeros puedan filtrarse
atrás del mediocentro japonés. Nuestro mediocampista colombiano es especialista
en ese segundo pase que podría encontrar al 11 y al 15 de cara a la defensa
rival. Si buscamos un esquema más conservador, podría entrar la figura del Real
Madrid por el colibrí y apostar a conexión con el buen pie del resto del
ataque. Último punto a considerar, la fortaleza que viene marcando River desde
la pelota parada, histórica falencia de los equipos japoneses. Confío en que
Gallardo no se suicide y que aprovechemos los espacios que el ataque posicional
de River pueda encontrar.
El Monterrey estrena técnico para la competencia. Los mejicanos son una
incógnita después de un flojo devenir en el torneo local al quedar eliminados
frente al Toluca. La primera clave es esperar que Andrada no se despierte como
en la semi de 2019 donde parecía imposible hacerle un gol. Después, de mantener
el 4-3-3, River tendrá frente a si un planteo donde si logra predominar en el
medio campo y circular la pelota, podrá hacer daño. A priori, sería el rival más
sencillo y de haber obtenido un resultado favorable en la primera fecha, podría
sellar su clasificación para llegar al Inter sin mucho por jugar. Intensidad y
guapeza son las claves en este partido donde la enjundia argentina suele
predominar frente a la tibieza mejicana.
Finalmente cerramos el grupo frente al subcampeón de la Champions. El
Inter que venía en abril para tener un año histórico, se quedó sin nada. Este
torneo puede ser la redención. Ya sin Insaghi y su inamovible esquema táctico,
es una incógnita lo que plantee Chivu. Una clave para River, igual, será ver si
los centrales europeos tienen menos dificultad para marcar a Lautaro y Thuram
que a Ronaldo Martinez o Schor. Después, importante tapar la salida de los
laterales, más sabiendo lo que le cuesta al millonario el espacio a la espalda
de los propios. Por otro, sobrepoblar el medio, ganar las divididas y encarar
con cancha abierta a los grandes defensores, aunque lentos, del Inter. Otro
punto será evitar corners en contra para que el neroazzurro no pueda aprovechar
la precisión de sus lanzadores y su potencial en el juego áereo. Es obvio
llegar clasificado a este partido para afrontarlo sin presión y sin la
necesidad de ir a buscarlo ya que los italianos suelen sentirse cómodos frente
a ese esquema.
Para terminar, el análisis objetivo, lograr pasar de fase sería redondea
un torneo aceptable donde las expectativas son bajas frente al calibre de los
potenciales rivales. Logrando buenos resultados en las primera dos fechas
frente a contrincantes a priori accesibles, nos permite probar y tener el
primer duelo real sin necesidades para entender el real nivel de River. Lo de
accesibles solo desde una burda metáfora, está claro con todo lo expuesto que
ya los equipos de conferencias menores no van a pasear. Si se logra tener en
junio el nivel de fines de abril, principios de mayo, las chances de superar la
primera fase son interesantes. En caso de que esto ocurra y no haya sorpresas
del otro lado, en octavos el rival sería el Borussia. Hacer un papel digno, del
estilo al cual los Pumas no tiene acostumbrados, en esta instancia sería
redondear un torneo aceptable, máxime si el eterno rival ya aterrizó en Ezeiza.
Llegar a cuartos será tomado como hazaña. Las mentes sensatas indican que es a
lo máximo a lo que se puede aspirar.
A partir de ahora escribe el corazón, la racionalidad se ahogó en los
párrafos precedentes.
Nací de River, pienso morir de River. De la cuna hasta el cajón. Incluso
antes de la cuna, de las generaciones que me precedieron. De mi abuelo yendo a
Tagle, de mi viejo, que aunque perdió su fanatismo aún recuerda sus anécdotas
volviendo en el 60, de lo insufrible y apasionada de mi vieja que no puede ver
un partido sin que le suba la presión y me trasmitió desde la panza esta
enfermedad, de mi tío, sus cábalas y su cuidado en la peor tormenta de la cual
tenga memoria para ver por primera vez a River campeón en el monumental, de mi
otro tío que se fue del velorio sólo para que a mi abuelo lo entierren con la
remera de la banda, de mi primo que se gastó hasta lo que no tenía para que
podamos ver la vuelta del burrito y me contagio el amor irracional por la
cintura jujeña, de mi esposa y nuestra lucha por sumar una nueva generación
gallina. Antes de cualquier identidad, yo soy hincha de River, y como hincha de
River yo voy a salir a ganar y ser campeón en cualquier cancha. La boca,
avellaneda, boedo, san siro, chamartin, manchester y quien poronga se ponga
enfrente, me puede chupar los huevos. Yo no voy a hacer un buen papel y
volverme en cuartos con derrota digna. Hay que ganar los 7 partidos y traer la
copa a Buenos Aires. Hasta que la sobriedad me llame, River tiene que dar la
vuelta.
E.G.
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