viernes, mayo 01, 2009

El desafío

Entonces la matás, la acaricias ahí muerta. Para adelante y para atras. Levantás la cabeza, ves a tu compañero. No saben para donde escapar. Sentís la presión. Naciste para robar, robar y compartir. Estabas en un lugar inimaginado, te sentís raro, cada vez los tenés más cerca. Dejarla ahí y salir corriendo es una alternativa. Esconderla. La amás. Pareciera que cometiste un error. Ahora ya estás inmerso, asumís la responsabilidad, no la vas a entregar, no te vas a entregar. La arrastrás unos metros, ves a la policía y cambias de dirección. Esquivás al primero, esquivás al segundo. Ya comezaste el camino hacia la libertad. Falta el paso más importante, el decisivo. El último rival te achica la escapatoria y con un toque de talento la picás por arriba. Salís a festejar, te sacás la camiseta número 2 y le dedicas el gol del triunfo a la hinchada.

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