River modelo 07

Ante los reclamos de mi fiel público (gracias pato) vuelve el Deporte luego del interregno cursi y pachanguero. En esta ocasión con el análisis sobre el C.A.R.P., modelo 07 de la marca "el Kaiser". Uno que se suponía venía con novedades, nuevo sistema táctico, otra mentalidad, otras variantes: el mismo objetivo, obsesión.

Luego de casi 3 años de sequía, 2 aniversarios sin triunfos bajo e mando del técnico cuyo sueldo últimamente fue duplicado y su contrato finalza junto con el mandato del actual presidente. Un conductor del cual simplemente remarco: el incidente con el mejor arquero del fútbol argentino, sus excesivos reproches a las decisiones arbitrales, su falta de resultados, con lo cual concluímos que sigue por los pergaminos conquistados en el pasado. Por más qe de la boca para afuera se reafirme su continuidad pese a un eventual revez, es sabido que el crédito ya tiene fecha de vencimiento. Por lo tanto es un semestre donde se tiene que ganar o ganar, sin embargo un tiempo de baja estima creo que simplemente alargaría la agonía.

La inversión fue hecha, cuantiosa para evitar lamentos sobre la falta de jugadores y sobre su calidad, no son "falopa". Obviamente ocurrieron los problemas de los últimos años. Decido no ahondar en detales dado que simplemente distorsionaría el hilo y prefiero dejaros para otra entrada. Mas, las complicaciones tienen un rol considerable en la modificación de los tiempos d preparación, en la desconcentración e inseguridad del plantel y el técnico, que no puede preparar el semestre analizando lo que tiene o pretende. Con los recursos humanos en general bien satisfechos era hora de ensamblar partes en el todo para que en el conjunto se cumplan las metas.

La secuencia empieza allá por enero, el torneo de verano. Un funcionamiento interesante para el estado de pretemporada, alentador. Dos triunfos contra el clásico rival que impulsan moralemente para afrontar las competencias oficiales y permitió ilusionar a la gente. Como últimaemente sucede en la pretemporada no sólo os problemas con las transferencias ocasiona conflictos extrafutbolísticos. Dentro del plantel, hechos desconcertantes suceden ya año tras año. Tampoco son extremas las consecuencias directas pero son otras piedras que impiden el avance.

Comenzó el torneo. El rendimiento y efectividad del verano se revertió a un funcionamiento deslucido. Al principio con partidos ganados, inmerecidamente. El primero con un gol sobre la hora, después con goles muy afortunados en Rosario, en Chile jugando un partido decente, un buen primer tiempo contra Racing para poder definirlo sobre la hora y la actitud del final contra el Arse. Cinco victorias, solo eso, sin jugar bien. Pero las derrotas fueron muy fuertes: contra los bichos, faltaron ideas, no se tuvo la pelota ni eje, no se poseía un plan definido para generar situaciones de goles. Contra Caracas F.C. fue desastrozo. Un típico partido de Copa en Nuñez. Nos meten una contra por una desatención y después a remediarlo, pero faltó juego, claridad, un cerebro que pensara y articulara a ofensiva. Una tibia actitud en el 2do tiempo, con más empeño que saber jugar a la pelota, se generaron situaciones de gol a fuerza de pelotas paradas y la verdad la bola no entró, pero no pudimos perder con esos muertos. Un equipo de River no puede jugar tan ciegamente sin generar espacios para abrir una defensa que con decirle floja me quedo corto.

En general, no se encontró nunca la consistencia, la marcha. Aplicando un sistema basado en la solidez para recuperar la pelota, la velocidad para jugarla y la importancia de la generación de juego por las bandas. Nada de eso se logró o solo fue en pequeña medida, faltó volumen de juego. La solidez defensiva fue mejor que en versiones anteriores pero no termina de convencer y obtuvo resultados gracias a la buena actuación de Carrizo. Punto a favor en las pelotas paradas, que había sido un blanco fácil en epocas recientes, gran aporte para este ítem del Nelson "tyson" Rivas. Sobre la velocidad, la versión de verano parecía un F1, la oficial un karting. No precisamente porque se detenían a pensar y jugar, sino que administraban mal la rapidez. Se jugó a la intensidad del verano pero con el freno de mano puesto, resultando en una falta de sorpresa total y chocando siempre contra los recuperadores contrarios. Belluschi de parecer Lampard en el calorcito marplatense, termino como Beckham. Le faltó frenar para pensar, un jugador con mucho criterio para las decisiones, se equivocó asiduamente. River extrañó a Gallardo, porque tampoco el rastafari recuperó la pelota como el cambio de sistema pretendía; como conductor ya mencionamos los inconvenientes, muchas veces el egoísmo impidió la creación de juego desde sus pies. El resto tampoco ayudó. Sambu, cuantas oportunidades querés para hacerte fama luego de los caños veraniegos, debía ser el escudero de capitán y lejos estuvo de cumplir ese rol con su transitar cancino, entregando mal la pelota en cuanto pase realizó y sin poder eludir a un contrario. Su reemplazante jugó ben siempre que ingresó fresco pero bajo unos cuantos peldaños desde el arranque. Por ese sector, Tuzzio no esta para llegar al fondo, sin embargo fue el jugador más mágico, aportó sacrificio y el gol agónico para los primero 3 puntos. Villagra otorgó más futbol cuando entró y habrá que esperar hasta que agarre continuidad. Ponzio no esta para cumplir la función de generar juego, pero nos salvó con un zapatazo que espero que se repita. Por la derecha, Galván tuvo recorrido pero no genero mucho juego y en la marca fue discreto. Ferrari hasta el partido con arsenal poco había propuesto. Así, los de arriba se la tuvieron que bancar. Falcao, intermitente, lejos de su pasado, propició pocos buenos momentos, especialmente contra Racing. Ruben le falta adaptarse y no le llegan muchas claras. Por último, el tecla fue el mejor jugador hasta ahora, pelea todas, esta medianamente derecho, es notar que también erró goles fáciles pero que muchas veces se las generó él. Mucha entrega y es la primer carta ofensiva del conjunto. Sobre el juego por las bandas creo que con lo mencionado sobre los laterales y carrileron fue bien expresada la idea.

En resumen, River tuvo pobres rendimientos, ganó partidos claves por lo que sigue en la lucha. Se tiene que encender el faro de Belluschi y que los otros tomen su guía. Hay que mejorar, se puede, los jugadores están. Con huevos y fútbol las esperanzas pueden llegar a buen puerto. Se cambió el paladar, esperemos en julio igual saborear Champagne.